Mi primer ordenador (descontando el Spectrum) fue un Mac. En mi casa hay tres iPods y un iPad. Y no tengo el iPhone, pero todo se andará. Creo que la Secta Apple se fundó para la gente de Letras, en contraste con la Secta Microsoft, que es para los de Ciencias. El visionario Steve Jobs, que nos dejó la semana pasada, hizo la vida más fácil a los que nos acercábamos a las nuevas tecnologías como si fueran arenas movedizas. Sus "juguetes" son tan atractivos que nos devuelven a la adolescencia perdida: pero ya no hay vinilos, sino artilugios que permiten guardar toda la discografía de nuestra historia en un bolsillo; ya no hay cuadernos de tapas azules, sino una tableta que es una ventana al mundo.
2 comentarios:
No soy un entusiasta de la ristra de nuevos artilugios que Apple ha lanzado al mercado en la última década. No obstante, me descubro ante un tipo como Jobs, capaz de dar respuesta a necesidades años antes de descubrir que pudieran existir. Un personaje clave en el devenir de la humanidad, con un impacto brutal en nuestra historia, equiparable al de Gutemberg sin lugar a dudas.
Gracias Jobs. Descansa en paz.
Una trayectoria paralela a la del padre de Microsoft, de cero a héroe de los usuarios que sólo quieren "to plug" y enseguida "to play". Aunque soy más de PC y por tanto de ciencias -interesante tesis para un post- reconozco que miro de reojo los i-trastos con curiosidad. Aunque la actual crisis frene esta carrera descontrolada de modelos, ya es imparable la trayectoria marcada por Jobs: persigamos nuestros sueños.
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