miércoles, 8 de septiembre de 2010

PARAISO AL ALCANCE

El post de Gonsu me ha dado pie a romper el hastíu que impone el estíu. Y es que este año a vuelta de vacaciones me ha sorprendido la cantidad de gente que ha estado en Asturias de vacaciones. Familia, amigos, compañeros de trabajo, conocidos en mayor o menor grado, y no ni uno ni dos, unos cuantos. Hasta el mismísimo Julián Mugarza, con quien me encontré hace unos días cerca de casa tras quince años al menos sin vernos, me comentó que era un asíduo verano tras verano.

Este año no ha habido Cares, ni Lagos de Covadonga, ni Oviedo, ni Gijón. Tampoco fabes debajo del puente romano de Cangas de Onís, ni members con quien degustarlas. En cambio si que ha habido visitas genuinas, a una fábrica de sidra y a una mina-museo muy bien conseguida. También ha habido travesías por desfiladeros sobrecogedores como el de las Xanas -con fabes y sidra reparadoras al final del camino-, senderismo por la costa entre praderas verdes y acantilados rocosos, baños en el Cantábrico en playas con ignitas de dinosaurio de 14,5 millones de años. Incluso presenciamos una romería marinera con gaiteros tocando un “Asturias patria querida” de esos que ponen el vello como escarpias. El descenso del Sella tampoco cayó, pero si en cambio un paseo a caballo por las cercanías de Cangas la mar de chulo, y por supuesto las visitas de rigor a la Santina y a Don Pelayo.





Definitivamente, el paraíso debe ser bastante parecido a Asturias. A mi desde luego me reconquista cada vez que vuelvo y me apena a lo poco que saben unos días allí. No es de extrañar que gente como los propietarios de la casa rural donde nos alojamos, madrileños de pro pero hartos de vivir en el foro, decidiesen hace ya quince años dejar sus trabajos y su ciudad y marcharse a Asturias a ganarse la vida y a echar raíces en la tranquilidad de sus valles.

Reconozco que la historia de esta pareja me ha hecho reflexionar este verano y que he llegado a sentir cierta envidia de ellos. ¿Seríamos nosotros capaces de hacer algo así? Buf, lo veo muy difícil, demasiadas cosas nos atan aquí, pero ¿y si nos volviéramos locos por un instante?, ¿o tal vez cuerdos?

Al menos el simple hecho de pensar en ello hace que se me dibuje una sonrisa enigmática en la cara, una sonrisa paradisíaca y natural.

¿No os ha pasado nunca algo así?

3 comentarios:

yiyi dijo...

Apunta a otros que también hemos estado en Asturias este verano
Para mi es una cita obligada cada cierto tiempo, es un paraíso que me ayuda a desconectar y colocar las cosas en su justo sitio para continuar otro año más

gonso dijo...

Ya va habiendo gente que decide cortar con la rutina y se lanza a aventuras como esa. La clave está en que en la pareja haya acuerdo absoluto y ganas de cambiar de los dos.

Y habiendo fabes...

Eso sí, en otoño y en invierno llueve un día sí y otro también.

Mike Muddy dijo...

Me encanta Asturias y voy cada vez que puedo... pero soy un enamorado del Foro, que es mi pueblo. No querría vivir en otra parte, salvo, tal vez, Nueva York o Londres, y solo por unos años, por las posibilidades de aprendizaje y la experiencia profesional (en mi caso) de ser corresponsal. Disfruto mucho con los viajes, pero Madrid es mi casa, con sus virtudes y sus defectos.