Primera semana de Agosto. Estoy de Rodríguez. Mi familia está de vacaciones esperándome en el pueblo de mi suegro donde me reuniré con ellos el próximo viernes cuando volveré a retomar mi apellido. Estos días son sobre todo tranquilos, y a parte de las horas que se le dedica al curro se puede decir que uno es dueño de su tiempo, de hacer o simplemente de dejar de hacer.
Sabido es por todos que no soy un juerguista, ni jamás emplearé mi tiempo de ocio en actividades de alterne y menos en soledad. Lástima que no hay mundial de fútbol o baloncesto para poder instalarme delante de la tele y tragarme todo lo que echen. Tampoco es cuestión de machacarse con la casa más de lo necesario, me limito a limpiar lo que ensucio y a tenerlo todo en perfecto estado de revista, fiel a mi estilo de siempre, sin esfuerzos.
Un par de tardes de esta semana ha aprovechado para retomar una de mis aficiones, que desde que me casé ha quedado casi reducida a la nada, el ciclismo. Ni corto ni perezoso y emulando a Gonso, el Contador de Tres Cantos, el lunes y hoy miércoles me he calzado el culote, he desempolvado el caso y me he vuelto a montar en mi bici Marín Bear Valley de siempre. La compré junto con Yiyi en el año 92 en Bikila y tras una serie de mejoras y un buen cuidado por mi parte con lavados y engrases periódicos (sobre toso antes), he de decir que está como nueva. Todavía va suave y suena como mandan los cánones, con ese zumbido tan redondo y característico en el que no caben los chirridos.
Tras 42 Km el primer día y 50 el segundo me siento satisfecho. Me duele el culo pues no montaba desde hace exactamente un año, y las piernas me recuerdan que pese a estar activas por la carrera, este tipo de ejercicio les resulta poco familiar.
Pero sin duda lo que más me duele es que pese a haberme cruzado con un montón de ciclistas por el carril bici de la carretera de Colmenar, no he tenido la fortuna de toparme con estas aficionadas:
Ni con esta:
Ni con esta otra:
Y es una lástima, porque como se puede comprobar con estas afotos andan por ahí practicando su afición favorita.
Está claro, de Rodríguez o no, debo aprovechar todas las oportunidades que surjan este verano de practicar este bellísimo deporte. Y os animo a todos a que hagáis lo mismo. Nunca se sabe que sorpresas te deparará la ruta.
4 comentarios:
Si no las conoces... ¿por qué tienes sus fotos? Pregunto...
Más que seguir rueda, habría que decir seguir culo...
Me gusta la última foto. ¿Qué llevará en la mochilita? ¿Ropa de cambio fresquita?
Vaya "monturas", jódo.
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