lunes, 30 de agosto de 2010

EL GRAN TEATRO DE LAS AVES

"¿Te imaginas que te topas con un tipo pálido y pelirrojo en Madrid y te dice: yo vivo en Unst?". Lo cierto es que es más improbable encontrar a un habitante de Unst en Madrid que a un madrileño en la más septentrional de las islas Shetland, al norte de Escocia, donde dirigí mis pasos cuando el verano era joven y estaba cargado de promesas. Como odio el calor suelo enfilar hacia el frío. Como la gente me agobia me gustan los lugares fuera del circuito de las hordas turísticas. He estado media docena de veces en Escocia (lo de Pérfida es para etiquetar el post: ni soy anglófobo ni creo que haya que meter a Escocia en este saco) y me encantan sus tópicos (Edimburgo, el whisky, el lago Ness), pero por encima de todo me gustan sus paisajes semivacíos, verdes y húmedos; sus broch (torres de la edad de hierro) y castillos en ruinas; sus praderas habitadas por ovejas y vacas melenudas, y sus acantilados llenos de aves marinas. "¿Te imaginas...?". Hice la pregunta mientras atravesábamos Unst rumbo a Hermaness, un parque natural de suaves pastos y precipicios salvajes donde vimos decenas de págalos, cientos de fulmares, miles de frailecillos, decenas de miles de alcatraces... y media docena de seres humanos. Las Shetland son el gran teatro de las aves y hay pocos lugares en el mundo que puedan competir con esa mezcla de cantidad y cercanía. Los prismáticos sobran y la cámara echa humo ante tanta tentación. Tal vez vivir en Unst, o en Yell, o en Fetlar... no sea tan extravagante como parece. O tal vez me esté atacando la melancolía. Síndrome postvacacional lo llaman algunos.

1 comentario:

gonso dijo...

Es poco probable una avalancha de turismo en esas latitudes. Para albergar chusma ya están nuestras costas con sus atractivos naturales y sus aderezos de sangría barata, chunda chunda indiscriminado y barra libre de desmadre.
Anyway mejor que estos paraísos queden un poco en el anonimato no vaya a ser que a algún lumbrera le de por ponerlo de moda y al teatro de las aves le manden la piqueta.
En cualquier caso, me parece una estupenda elección vacacional.