Hace hoy exactamente 100 años que este coloso de hierro se fue a pique, significando uno de los desastres humanos más señalados de todos los tiempos. La auténtica razón de que se convirtiera en un hecho mítico es la forma en que muchos de los más de 1.500 fallecidos conocieros la noticia de su propia muerte: desde el impacto con el iceberg hasta el rápido hundimiento pasaron apenas 3 horas de máxima angustia. Todos nosotros tememos que nos llegue la hora rodeados de seres queridos y que la cosa no sea rapidita. Gran parte de los fantasmas que todos llevamos dentro debieron liberarse en aquellos tremendamente lentos minutos antes del sumergimiento final. El cine se ha recreado con esta tragedia que, tras una centuria aún nos remueve por dentro.
En un plano completamente ajeno a los sentimientos, os dejo este apasionante video del National Geographic Channel con la reconstrucción de lo que fue de este transatlántico esa noche de 1912. Impresionante.
4 comentarios:
La verdad es que si impresiona. Descansen en paz.
La naturaleza pone al hombre en su sitio. Eso me recuerda que alguien merecería que un elefante del delta del Okavango le hubiera hecho un culo nuevo.
Acojonante
Muy bueno.
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