"¿Y por qué ha tardado tanto en venir?", me pregunta la amable doctora un minuto antes de meterme mano y hacerme un daño de cojones (sin necesidad: tiene el resultado de la resonancia magnética encima de su mesa y sabe lo que hay, condromalacia y rotura del cuerno posterior del menisco interno, pero la tipa tiene que putearme). Naturalmente hay una respuesta sincera a su pregunta, pero tiro por el tópico: las ocupaciones de un trabajador y padre de familia y bla, bla, bla. Cuando la cuestión procede de mi familia/amigos suelo aludir a mi alergia a los médicos. Esa respuesta, sin ser mentira, se queda a medio camino. La de verdad la voy a confesar aquí y ahora: me creo que tengo 25 años y peso 75 kilos y puedo hacer lo que me venga en gana desde el punto de vista físico. Pero no: la edad de mis rodillas y el peso que soportan es otro muy distinto......y yo soy un gilipollas.
"Hay que cuidarse". Ese es el mantra que escucho en casa. Cuánta razón. Estaría encantado en debatir ésta y otras cuestiones con vosotros...
Is there anybody alive out there?
Yo, sigo.
4 comentarios:
Dear Mike, I am back.
Ante todo debo pedir disculpas por mi desaparición de la bitácora scarlettiana. Razones hay pero sería farragoso, aburrido y sobre todo sonaría a disculpa barata empezar a enumerarlas aquí.
Prometo poco a poco volver por mis fueros y retomar la sana constumbre de atender el blog y al mismo tiempo a los colegas que, al igual que yo, sufrimos en las carnes, huesos, articulaciones etc el paso inexorable de los putos años.
De dar pedales ni hablamos ¿No?
Por fin una compañía en mi soledad...
Puedo hacer bici suave y sin cuestas por ahora... + 20 sesiones de rehabilitación.
Es lo que hay.
Pero resucitaré.
Tranquilidad, después de tres operaciones de rodilla, roturas de ligamentos y meniscos, recuperaciones interminables, las rodillas siguen funcionando.
Además la bici es el único deporte junto con la natación que está permitido.
Te aseguro que hay vida después de una condromalacia
bss
Señores aceptemos que vamos para abajo y solo podemos tomar medidas para que la decadencia la afrontemos con dignidad. EL objetivo es que cuando nos miremos frente al espejo en gayumbos no nos descojonemos de nosotros mismos. Nuestras mujeres no se reiran, simplemnete ni miraran.
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