lunes, 31 de diciembre de 2012

AÑORANZAS

Esta mañana he salido a dar un paseo por la Quinta de los Molinos. La niebla era tan espesa y el lugar estaba tan solitario que parecía que atravesaba el decorado de una película de terror. Por este parque solía salir a correr; una media hora, la cabeza no me daba para más. Ahora no me dan las rodillas. Aunque si cumplo el Tratado de Polvazares (¿cuándo expira el plazo?) tal vez recupere las sensaciones de antaño. Hacía un frío de cojones, huelga decir. Me he acordado del verano, en concreto de una excursión para ver delfines junto a los Gigantes, en Tenerife. Una experiencia que llevaba meses queriendo contaros. Llegó una tipa al barco y se quedó medio en pelotas, dándose cremita en la popa (en la suya, para que no se le quemasen las nalgas, y en la del barco, bien a la vista para embrutecer al personal masculino). Disparé a los acantilados para llevarme un bonito recuerdo. En la desolada Quinta de los Molinos sentí añoranza de aquel episodio canario, y al llegar a casa lo sentí del blog, al que tengo abandonado sin más justificación que la molicie. Así que pensé en unir ambas añoranzas. En fin, os deseo un 2013 lleno de salud para poder doblarle el pulso a la depresión, los ajustes y las nieblas del paisaje.

3 comentarios:

Jose dijo...

Refrescante paisaje, natural y cultural (en primer plano hay un monumento, ¿No?).
FELIZ AÑO.

PacMan dijo...

No son tiempos para permitirse muchas alegrías. Pero siempre que nos rodea la niebla, el espíritu humano nos hace recordar que tras el velo del frío perduran los cálidos rayos del sol. No perdamos la esperanza.

gonso dijo...

Yo hice esa excursión pero no pagué el plus de tipa en bolas y solo vi delfines y paisaje.