Viernes 13 de junio de 1986
Hay dos proyectos de viaje (...). Antonio, para empezar, quiere que vayamos a Galicia durante la segunda quincena de julio. Tiene previsto el regreso por Portugal (...). Julián, por su parte, anunció sus deseos de conocer Asturias en el mes de agosto. Pone coche, lo cual ya es una garantía. No ha sido la suya una propuesta que haya calado muy hondo (...).
Jueves 3 de julio de 1986
(...) Argentina ganó el Mundial el pasado domingo. Se impuso en la final 3-2 a Alemania Federal, uno de los equipos más mediocres del torneo, que jamás debió llegar tan lejos.
No sé nada de las notas ni quiero saberlo (...).
En principio, vía libre al viaje a Galicia. Antonio y yo aportamos los vehículos, ni buenos ni potentes (...). Javier era una baja anunciada. (...) Se quedará solo durante unos diez días. Sus padres se marchan a Italia, sus amigos a Galicia y su novia está en Londres. En otros tiempos, la ausencia del "líder" habría hecho fracasar el viaje; por fortuna, al menos en ese sentido, las cosas han cambiado.
Después de más de un mes sin escribir...
Miércoles 20 de agosto de 1986
Vayamos por partes. Primero, las buenas noticias: hicimos el viaje a Galicia y fue todo un éxito. Probablemente esos nueve días sirvan para explicar todo un verano.
Ahora, las malas: Derecho e Historia. Pudo unirse a última hora Sociología, pero gracias a Dios se salvó el escollo. Se me han agriado las vacaciones de todos modos.
Jueves 21 de agosto de 1986
Sanabria, Santiago, Finisterre, Vigo, Cíes, La Guardia, Salvatierra y Salamanca fueron las escalas de la primera aventura "seria" de muchos de los que fuimos a Galicia, en dos vehículos viejos y poco fiables y pisando un terreno bastante desconocido. La experiencia fue genial, y si esto fuera un anecdotario tendría material de sobra para escribir unas cuantas páginas (...).
Al viaje fuimos siete personas y la convivencia no fue siempre fácil. Un profesor de mi infancia me dijo que uno de los dogmas sagrados a la hora de viajar es escoger escrupulosamente a los compañeros (...). Luis, una de mis amistades más antiguas, dio un auténtico recital de lo que debe ser un perfecto compañero de viaje. En ningún momento escurrió el bulto y siempre aportó buenas ideas. Luis Fernando, sin embargo, monumento a la apatía, no hizo otra cosa que ir de paquete silencioso. Paco fue el protestón de siempre, pero se sacrificó haciéndose cargo del dinero común y llevando las cuentas. Antonio es un personaje extrovertido por naturaleza; su excepcional don de gentes nos sirvió, pero es muy poco ordenado y hay que estar siempre encima de él. Su hermano, José Ángel, fue su perfecto complemento. Menos abierto, pero más cerebral, pocos detalles se le escapan. Por último, un amigo de éste, Gonzalo, se portó bien.
Fueron 1.880 kilómetros aproximadamente (...). Gastos no excesivos. Unas catorce mil me dejé yo. Bastante bien si se tiene en cuenta que dormimos en camping tres noches y otras tres en hostales. Desde luego, no fuimos en plan lujoso, pero no nos morimos de hambre.
Tuvimos la suerte o la habilidad de ver la Galicia auténtica, su campo y sus gentes. Vimos mucho más paisaje natural que urbano. Si exceptuamos Santiago y Vigo, no nos detuvimos en ninguna otra ciudad. Pero sí recorrimos el litoral de las rías y cruzamos montones de pueblos típicos. La puesta de sol en Finisterre fue impresionante.
Comentario a 31 de marzo de 2011:
No había leído esas páginas desde entonces. Y, en algunos aspectos, me he llevado una sorpresa. El paso del tiempo y la mezcla de recuerdos comunes terminan por levantar un mito. Y sin duda nuestro viaje a Galicia merece la calificación de mítico, pero en realidad, en 1986, fue todo mucho más prosaico. Detalles curiosos:
- No recordaba que la propuesta fue de Titus y que había otra de Julián para ir a Asturias. Un año después le compramos la idea, pero no la compañía. Qué cosas. En cualquier caso, el único que cruzó a Portugal fue Yiyi a echar una caña.
- El liderazgo de Javi (que aquel verano salió y rompió con Socorro) empezaba a ser cuestionado. Una clave: acababa de estrenar el Escort y no quería llevárselo al viaje. Así que por preservar su coche nuevo "lo vio muy difícil" y decidió "ser baja". Quieras que no.
- Nuestro grupo, en aquel tiempo, no era tan compacto como lo fue después. Aun no había nacido la banda. Me he descojonado leyendo lo que pensaba de mis compañeros. Espero que no me juzguéis duramente (seguro que yo también merezco críticas). En líneas generales, aprobáis casi todos, y Yiyi con nota. Y Gonso, que empezaba a introducirse, "se portó bien".
- ¡Catorce mil pelas de presupuesto! Tremendo.
Creo que somos mucho mejores amigos en 2011 que en 1986, y eso es un logro al alcance de muy pocos. Yo no conozco un caso parecido, por más que miro a mi alrededor. Eso es lo que celebramos, sobre todo, con el viaje del próximo fin de semana; con la percha, eso sí, de unos recuerdos auténticos y otros que el paso de los años terminó convirtiendo en leyenda: el vivac mortal en Sanabria (pasé tanto frío que hubo un momento que casi me metí debajo del coche); el baño en la laguna; la "descomposición" en Santiago; la despedida del sol en Finisterre; la naturaleza de las Cíes; el cruce del Miño (faltó poco para que Yiyi acabara en el Atlántico); la noche de bruxas en Salvatierra; la cogorza y las potas en Salamanca; las gafas de Yiyi trituradas...
Habrá que construir estos días unos recuerdos a la altura de aquellos.