miércoles, 29 de mayo de 2013

60 AÑOS DE LA CONQUISTA DEL VÉRTICE DEL MUNDO




«Me dijo que sintió una emoción fuera de lo común. Algo parecido a lo que debió experimentar Neil Armstrong cuando puso el pie en la Luna», me reveló Peter, hijo de Edmund Hillary, hace unos años en una entrevista que le hice para ABC. «Mi padre y Tenzing subieron hacia lo desconocido y tuvieron el privilegio de descubrirlo. Ahora está todo más controlado, los equipos son muy sofisticados, se dispone de oficina meteorológica, satélite para las comunicaciones... El espíritu aventurero perdura, aunque se ha perdido el romanticismo de los pioneros».

Hoy se cumplen 60 años de la primera ascensión al Everest (8.848 metros), y el vértice del mundo ya no es lo que era. Peter Hillary, también alpinista, lo ha hollado en un par de ocasiones y lo compara con escalar un edificio: unos trepan por la fachada y otros suben en ascensor. Hoy abundan los de este último perfil. También se busca el titular impactante. Un japonés de 80 años acaba de pisar la cima; el tipo está picado con un nepalí un año mayor que él que piensa arrebatarle el récord. Hasta ahí llegó también la primera mujer saudí, que posó muy pizpireta. Y un ruso, Valery Rozov, subió hasta 7.220 metros por la cara norte para realizar el mayor salto en caída libre de la historia. El mito romántico se ha convertido en destino turístico, hoguera de vanidades y plataforma de hazañas posmodernas...

Si queréis leer más sobre cómo el Everest se ha convertido de mito romántico a circo turístico, pinchad aquí.


2 comentarios:

Titus Jones dijo...

El Everest enganchará, pero me quedo con La Maliciosa

gonso dijo...

Me moriré sin ver esa montaña... Y me jode