Como todos los veranos paso gran parte de mis vacaciones en
tierra soriana. Me entristece terriblemente ver campos de cereal con espigas de
un palmo escaso, que no serán ya segados porque al propietario no le dará
siquiera para pagar el alquiler de la cosechadora, y cauces de río secos donde otros
años el agua corría en abundancia y jugaba con mis hijos a cazar ranas. Ahora
nada de nada más que polvo, sudor y lágrimas, como pensaría un ilustre
castellano como Mio Cid.
Sólo queda confiar que esto no puede ser así eternamente y algún
día cambiarán las tornas. Seguro que mañana saldrá un nuevo sol menos abrasador
y negros nubarrones vendrán que se limitarán a dejar sólo agua.
2 comentarios:
Los periodos de sequía y los de crisis económica son cíclicos. Esperemos que tanto uno como otro pasen lo antes posible.
Nos estamos cargando el planeta. Este verano en Croacia estaban lanzando mensajes continuamente de que estaban viviendo la peor sequía de su historia y que moderásemos el consumo de agua. El problema es global.
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