lunes, 31 de agosto de 2009

TÚNEL SIN LUZ AL FONDO

La cuenta atrás para volver a entrar en el túnel está a punto de concluir.
Entro en el túnel de septiembre y no se ve nada. Una vez que uno se acostumbra a la negrura absoluta empieza a distinguir tenues bombillas que alumbran los fines de semana, lo demás vuelve a ser negro, muy negro. Lejos queda el respiro que dan la breve claridad de las Navidades y más lejos aún esos momentos de esperanza en los que, allá por abril, se ve la salida iluminada del verano, cuando el camino se hace cuesta abajo y todos corremos hacia la luz.
Se me atragantan los anuncios de la tele que presentan la llamada "vuelta al cole" como un momento de alegría y reencuentro. La alegría es para los padres agotados de atender a su prole durante tanto tiempo y que llevan ya un mes deseando dejar a los chavales en la puerta del colegio o del autobús. Y no me extraña. A más de uno se le abrieron las carnes cuando corrió el rumor de que se podría posponer el comienzo del calendario escolar por la amenaza de la gripe A, aunque no creo que la medida fuera efectiva y sobre todo no hay huevos para ponerla en marcha.
Volver a empezar. Y tanto. No hay cosa peor que retomar la actividad empezando de nuevo con lo mismo, o parecido, a lo que has ido haciendo año tras año. Es el momento de plantearse nuevos retos para que tanto los alumnos como yo mismo no caigamos en el aburrimiento de repetir siempre las mismas actividades desgastadas. Es el momento de "hacer experiencia", si uno sólo hace una cosa bien, aunque la repita toda su vida, su experiencia quedará reducida a algo muy escaso, por eso prefiero arriesgar y buscar la novedad, si funciona llenará el saco de lo positivo, si no, buscaré la manera de mejorarlo o directamente lo olvidaré. Lo malo es que en estos momentos de oscuridad la imaginación se esconde y cuesta encontrar esos retos. Hay quizá que invocar a la vocación para seguir adelante pero prefiero no hacerlo para no entrar en conflictos internos.
El túnel sigue ahí con la boca abierta. Sé que al final está la luz aunque de momento no sea ni tan siquiera un punto lejano. Da miedo entrar.
Lamento este canto pesimista en el blog de la Scarlett iluminado por el optimismo abanderado por el Yiyi pero es que septiembre me supera. Sorry. Cualquiera diría que mi trabajo es una tortura y que tal y como están las cosas mejor no quejarse. Pues sí, seguro que no tengo razón y no debería abrir la boca pero hoy es 31 de agosto y mañana, snif, vuelvo al cole. Mi túnel oscuro particular.

El optimista piensa que vive en el mejor de los mundos. El pesimista teme que sea así.
Ya se me pasará.

domingo, 30 de agosto de 2009

HOLOFERNES



Es un general de éxito gracias a un físico extraordinario que le permite mirar de arriba a abajo a sus adversarios. Ha combatido al frente de los suyos en unas pocas batallas menores, en las cuales ha demostrado cualidades innegables para el mando y el cuerpo a cuerpo. Su Señor -porque cada general tiene un Señor- le ha encargado dirigir sus tropas mercenarias de élite a la conquista definitiva. Ahora ha llegado su gran momento y él lo sabe. No puede fallar. Las miradas de media humanidad están puestas en su figura, en sus armas de felino, en su tren inferior. Ningún ser humano negaría que está en la cúspide de su carrera y que sea lo que sea lo que se proponga, lo ha de conseguir. Ahora no habrá nada ni nadie que se lo arrebate. Acampa muy cerca de su destino rodeado de sus más fieles en medio de legiones de rugientes seguidores deseosos de entrar en combate junto a él. Su guardia personal está formada por hombres de aquí, y de otros que han llegado del oriente y del poniente del que él mismo procede, de las fronteras septentrionales y de las latitudes más australes. A todos ellos les une su inquebrantable compromiso. Pero él es el general. Él los llevará a una victoria cierta e inminente. Será aquí y ahora.

El mito de Holofernes es dado a conocer en Occidente gracias al Antiguo Testamento, que lo presenta como general asirio de estatura descomunal -un gigante- puesto al mando de un gran ejército por el rey babilonio Nabucodonosor siglos antes de Cristo. Holofernes puso sitio con sus tropas a la ciudad de Betulia, situada en Judea, con el aplastante poder militar de los ejércitos mesopotámicos de la época. La ciudad casi se rinde. Fue salvada por Judith, una bella viuda judía que se introdujo en el campamento de asedio de Holofernes y lo sedujo. No sabemos con qué tipo de artimañas engañó Judith a Holofernes. Cabe sospechar que algo tuvieron que ver sus delicadas palabras, sus atrayentes ojos, sus voluptuosas curvas y una gran cantidad de alcohol de alta graduación consumido por el gigante. Lo cierto es que la joven lo decapitó mientras dormía como un niño de teta -nunca mejor expresión-. Según relata la Biblia, ella regresó a Betulia con la cabeza del decapitado y los judíos vencieron al enemigo.

Este año, la liga se presenta como un paseo militar para las huestes del "merengue en campo de plata", con permiso de los "barrados de azur y gules". Nada ni nadie se atreve tan siquiera a separar al general de la gloria puestos como están sobre el tablero por el "Señor de Blanco", ingeniero de caminos, canales y puertos, y diseñador de escenarios idílicos a golpe de financiación. La crisis ha quedado atrás. La gripe A no tiene importancia. Según la prensa ubicada en la Capital, se presenta un año de éxitos para el general Holofernes y los suyos. Pero quizás llegue Judith por retaguardia y ¡ZAS! Se apodere de su cabeza de un mordisco. Y puede llegar a pasar. Ya pasó antes. Afortunadamente esto es fútbol, señores.

jueves, 27 de agosto de 2009

SÍNDROME DE ESTOCOLMO (y II)

Anecdotario estcolmeño o estocolmense.
Lo que más juego ha dado, a parte de la fauna autóctona, han sido los medios de transporte. En un mismo día hemos llegado a utilizar el metro, el autobús, el tranvía y el barco, y la característica general es que todos funcionan como un reloj. Armados con el abono-transportes nos dirigimos a la parada del buss (con dos eses) donde hay un horario. A la hora exacta anunciada llega el autobús. Un tío llega apurado corriendo cuando ya hemos emprendido la marcha; a los veinte metros paramos en un semáforo y el tío toca la puerta. El autobusero, en vez de mirar para el otro lado le abre con una sonrisa. Al cabo de un rato ya no queda apenas sitio y hay que organizarse un poco. El conductor coge el micrófono y empieza a dar instrucciones que la gente sigue sin rechistar. Remata la faena con algo muy gracioso que el personal sueco celebra a carcajadas y encima acaba hablando en inglés para los turistas. Como aquí. Pasada una parada céntrica quedamos pocos y se suben una madre y una hija que a primera vista podrían tener la misma edad. La hija lleva la espalda desnuda para mostrar un tatuaje de un dragón como el de Salander (Santander para el Titus), la madre lleva una correa con un perrazo que para mi sorpresa sube al bus y se sienta en un rinconcito sin molestar a nadie.
A partir de ese momento me doy cuenta de que los perros tienen acceso libre a los transportes públicos y me empiezo a fijar en ellos. Llego a la conclusión de que los perros suecos pertenecen a una raza extraña que no tienen culo ni saben levantar la pata. No hay ni una sola deposición canina por ningún lado y las farolas no tienen ese cerquillo sospechoso al que automáticamente se dirijen nuestros lebreles el primer día en que salen a la calle sabiendo andar. Digo yo que será una cuestión de raza y no de educación. Como aquí.
Bajamos al metro. Son cuatro líneas que se cruzan en dos estaciones que funcionan como distribuidores, y en los transbordos no hay que recorrer kilométricos pasillos. Los paneles anuncian el tiempo que tardará el siguiente tren en llegar, igual que en Madrid, pero la diferencia está en que allí usan minutos de 60 segundos y aquí el concepto "minuto" es más relativo.
No todo es armonía idílica. Llegando a una estación oímos ruido de gente gritando y según se acerca el tren empiezan a aporrear los vagones. Es sábado y hay fútbol. Son los Ultra Sur del Djurgardens, que en número de un centenar van al estadio. Causa respeto tanto vikingo rapado dentro de un vagón golpeando las paredes y el techo al tiempo que entonan cánticos futboleros. Más respeto imponen los cinco policias que se suben con ellos al metro, aún así y por si acaso, cuando empiezan a dar botes y se arrancan con algo parecido a "es polaco el que no vote hey, hey" inicio un tímido subir y bajar de hombros por aquello de la confraternización y me hago seguidor del Djurgardens en ese mismo momento. Por cierto, palmamos 0-1 en casa contra esos cabrones del Hammarby.
El metro sale a la superficie y el transbordo al tranvía es sencillo. De nuevo aparece puntual. En este caso hay revisor y la gente enseña el móvil cuando les piden el billete. Rayos. Estoy por preguntar cómo funciona el sistema ése de pagar con el teléfono cuando me percato de que en un cruce una señora en 4x4 va derechita hacia nosotros y está mirando justo para el otro lado.
PAF. Hostión.
Ha habido suerte. En el último segundo se le ha aparecido Odín a la señora y ha frenado a tiempo de que el tren sólo le haya arrancado el morro del coche. El tranvía se detiene sin apenas inmutarse, el conductor habla por el micro y dice que en unos minutos seguiremos la marcha pero casi todo el personal se baja. El coche está parado en mitad de un cruce pero nadie toca el claxon ni se cabrea ni saca la cabeza por la ventanilla para mandar a la señora a fregar. En cinco minutos todo está resuelto, y para desgracia de turistas españoles e italianos que se arremolinan alrededor del lío, no ha habido sangre ni discusión ni gritos. Como aquí.
Y bueno, para relajarse después de un trayecto tan accidentado no hay como un paseo en barco por el lago Mëlar y disfrutar de las vistas y la tranquilidad que, casi siempre, ofrece Estocolmo.


That's all folks.

LA RAZA MEJORA

El año pasado por estas fechas escribía uno de mis artículos más laureados: ME ABURRO (necesito un poco de autobombo ya que vosotros no me lo dais y os negáis a reconocer mis esfuerzos en esta tarea titánica), como iba diciendo escribía un artículo sobre las andanzas veraniegas familiares y me quejaba amargamente del desinterés mostrado por la prole sobre la belleza del paisaje o sobre las historias que nos comentaban los vecinos sobre la dura vida que llevaban en los picos de Europa
Me quejaba de la falta de sacrificio, entrega y antipatía que demostraban en las actividades que les proponíamos y me quejaba de la queja continua de las niñas.
Incluso me atreví a decir:
“Queridos amigos: ¿qué hacemos con esta generación? Quiero a mis niñas con locura pero veo que va a ser difícil que nuestros hijos tengan los mismos gustos y aficiones que nosotros.
Quizá exijo mucho y son muy pequeños pero hay que empezar pronto para conseguir algo positivo”
Pues queridos hermanos hoy me tengo que desdecir de casi todo lo dicho el año pasado ya que nuestras lebreles han demostrado este año unas capacidades ocultas que debo reconocer y ensalzar. Han soportado con entereza toda la tralla que les metimos en nuestro viaje al Parque Nacional de Ordesa. Hemos recorrido todos los valles en jornadas maratonianas de más de 8 horas, incluso algunos días hacíamos dos rutas si la primera era liviana. Y todo esto lo han hecho sin quejarse (si las hubo eran lógicas y perfectamente tolerables).
Le han cogido gusto a esto de caminar por el campo y han solicitado palos para andar al verlos al resto de andarines (ahora están muy de moda, antes se veían rara vez) parece ser que son muy útiles.
Se han emocionado cuando veíamos quebrantahuesos (en 5 ocasiones, un verdadero éxito de la World Bird Federation) o sarrios. Incluso se van a pedir prismáticos profesionales para Reyes.
Nos han sorprendido proponiéndonos hacer rutas que pensábamos que eran demasiado duras o que habíamos descartado por ser demasiados días de marcha como la ruta del cañón de Ordesa. Ellas mismas dijeron que querían ver la cola de caballo (quizá fue el nombre de la cascada lo que les llamó la atención, pero eso es otra historia) y sobre todo lo más destacable es que hicieron la ruta con éxito e incluso disfrutaron.
Esta foto seguro que os trae recuerdos a todos ya que es idéntica a la realizada en nuestra romería a los Pirineos, nosotros la hicimos ya talluditos y estas niñas han cumplido su objetivo con muy pocos años. Mi más sincera y emocionada enhorabuena.
Quizá si es posible trasmitir a los hijos nuestros gustos y aficiones y sobre todo seguro que se consigue si se empieza pronto.
ENHORABUENA CAMPEONAS.


Con esto cumplo mi cuota de agosto. Saludos camperos y veraniegos del lado oscuro.

miércoles, 26 de agosto de 2009

SÍNDROME DE ESTOCOLMO (I)

En 1973 unos ladrones asaltaron un banco en Estocolmo y tomaron como rehenes a cuantos allí se encontraban. Algunos de los secuestrados adoptaron una actitud de comprensión hacia sus captores y manifestaron temer más a la posible actuación policial que a los propios secuestradores. Los sesudos investigadores del comportamiento humano definieron esta paradójica empatía como el Síndrome de Estocolmo.
Nadie me retuvo en Estocolmo en contra de mi voluntad, pero la ciudad ha ejercido una suerte de secuestro que ha derivado en esa simpatía hacia quien te retiene, así que, aunque quizá traído por los pelos, sufro del Síndrome de Estocolmo.

El enorme lago Mäler por un lado, el mar Báltico por el otro, las innumerables islas que forman la ciudad, los parques que son bosques y los bosques que son parques, la limpieza de todo el conjunto unido a la forma en que todo funciona han sacudido una vez más mi caótico ser mediterráneo, del que no abjuro del todo, pero que me provoca algún suspiro resignado.

A los que somos de tierra adentro nos atraen los lugares con mar y puerto y Estocolmo tiene puerto pero no es una ciudad portuaria industrial con sus grúas, grasa, mierda, putas y gatos. Barcos de todos los tamaños aparecen por todas partes pero no tanto como un artículo de lujo si no como un medio común de trasporte en verano.
La ciudad se abre al agua del mar y del lago pero no se sirve de ellos como inodoro o vertedero; las aguas están limpias y la gente se baña o pesca (incluso salmones) casi a la puerta de casa. Gente que en verano se echa a la calle, y si encima el tiempo acompaña, llenan las terrazas de los bares, las playas, y las calles. Terrazas que disponen de mantas para cuando al caer la tarde apetece una rebequita y así se pueden alargar las horas de disfrute al aire libre. Eso sí, a nadie se le ocurre mangar la manta; la doblan y la ponen en su sitio cuando se van a casa.
Abunda el personal rubio prototípico escandinavo pero la inmigración ha aportado mezcla. Se ven muchas parejas de razas distintas y en los grupos de chavales jóvenes siempre hay variedad de colores. En los Björn no me fijé mucho pero sí en las Sigrid que por regla general son grandes, guapas y con muchas tetas (bueno, dos pero muy evidentes). Todos hablan inglés, desde el renacuajo (y su hermosísima madre, slurp) con el que charlé en el autobús hasta el abuelete que regentaba el mini golf.

Pero tanta bondad tiene trampa.
El verano es la cara amable de la ciudad, pero el invierno es largo y se encarga de que la gente se refugie en eso que Ikea llama la república independiente de tu casa y que los suecos no tienen más remedio que aceptar en plan periodo de hibernación, no tanto por la nieve y el frio, que también, si no por los largos periodos de oscuridad que invitan a encerrarse en casa con la vikinga o el vikingo de turno y así pasa lo que pasa. El peaje invernal hace que las ciudades en estas latitudes no sean el paraíso soñado, si no sería imposible visitarlas, ya que todo el mundo cedería al secuestro y todos sufriríamos del genuino Síndrome de Estocolmo.

sábado, 22 de agosto de 2009

El final del verano... FELIZ AÑO NUEVO

Este articulillo es casi copia de uno del año pasado, pero es que después del verano siempre pasa lo mismo, empieza un año nuevo. Solo quería felicitaros el año y desearos lo mejor para este 2009/10.

El año de verdad empieza ahora, cuando volvemos de las vacaciones y empiezan los coles, cuando todos nos ponemos a dieta, cuando todos intentamos empezar de nuevo con nuestro inglés, cuando empiezan los campeonatos deportivos, cuando nos hacemos propósito de aumentar nuestro ratio peneano, cuando venimos con las pilas cargadas… en fin, gracias a Dios lo de todos los años.



Por eso el año para mi empieza ahora y lo del 31 de diciembre me parece de lo más falso. Me apunto a las imágenes de Brasil y Australia donde celebran la llegada del nuevo año en la playita como debe ser. ¿Os apuntáis a esta teoría?

martes, 18 de agosto de 2009

LA REINA DE LAS ALTURAS


Mis queridos pajilleros, abandonad vuestras pequeñas perversiones onanistas contemplad la belleza exótica de Isanbaeva La Grande, que sin brillar a las alturas estratosféricas a las que asciende sobre un buen troncho (sí, podíamos decirle que se ahorrase la pértiga, que las tenemos de todos formatos), nadie la puede ganar en elegancia y exuberancia.

Y si no visteis anteayer cómo el cámara abusaba con ella del super slow motion para que su legión de admiradores nos recreásemos con su perfecto cuerpo, ahí os dejo alguna muestra para vuestro solaz agostí.


HELLO AGAIN

Queridos miembros todos.

Here are going again. Solo como aperitivo os pongo unas fotillos de mis vacaciones estivales que han transcurrido entre las sierras madrileñas, las islas británicas y las baleares. Un poco de todo.

De follar ni hablamos, aunque ha habido algúna nalga que otra que merecía la pena....


Mucha familia y si ha sobrado tiempo un poco más de familia, en justa compensación por el abandono al que les someto durante el año.


Veo que estáis los de siempre en plena forma. Me alegro. Magníficas crónicas las vuestras, sobre todos las de Jose y Pepe.

Por cierto, este año el tema Real Madrid va a dar mucho juego. Vamos a tapar muchas bocas y... con la misma herramienta taparemos muchos culos también a todos los cabrones atléticos.

Me voy a la pisci a desestresarme un poco.


Besos desde Menorca y... ¡publicar coño!

lunes, 17 de agosto de 2009

CUARENTA AÑOS YA



La madrugada del 21 de julio de 1969, Jesús Hermida nos amenizaba el madrugón a los españolitos mayores y jóvenes -yo tenía por entonces 6 años-. Mi padre me despertó a petición mía, pero sólo a mí, porque mi hermano era aún "un niño chico". ¡Qué sería entonces yo y qué sabría yo de aquello! En aquella ocasión intuíamos lo que se estaba produciendo en la superficie de la Luna, más que nada porque en los aparatos de Televisión en Blanco y Negro de entonces las imágenes que nos llegaban eran de pésima calidad y a Neil Armstrong le veíamos tan nítidamente como en una ecografía prenatal. Pero bueno, aquel recuerdo borroso de aquel acontecimiento famoso me ha llegado de repente como un eco distorsionado al cabo del tiempo. Hace ya 4 décadas de aquello.



P.D.: las páginas pertenecen a mi hemeroteca particular y me he topado con ellas después de muchos años de custodia por parte de mi padre primero, de mi madre después y finalmente de mí mismo. Tiene un regusto agridulce releerlas ahora y haberlas digitalizado para que queden en el ciberespacio. ¡Qué tiempos en que te podías informar de los acuerdos a los que llegaba el Consejo Nacional del Movimiento tan solo por 3 pesetas!

lunes, 10 de agosto de 2009

MEMBER, TE VEO

Sí, todos sabemos que estamos en Agosto. Que los niños dan todo el día el tostón sin deberes que llevarse a la boca ni profes que los metan en vereda. Que las neuronas están de vacaciones y el cuerpo también. Que el sol os tuesta la piel y que cuesta ponerse algo más sobre el cuerpo que el escueto bañador y las socorridas chanclas.


LO SÉ. TE VEO.

Pero también es hora de que publiques una entradita en tu querido blog, que si no, me voy a volver mala y vas a acabar sin TUS QUERIDAS PELOTAS. Y ahora, sigue a lo tuyo, rey.

Fdo.: Scarlett Johansson, musa de la banda.

P.D.: Que te quede claro que tengo mis métodos para enterarme, así que haz lo tuyo, que si no, ésta hará lo suyo. Besotes cariñosos y espectantes.

sábado, 8 de agosto de 2009

MAR ANTIGUO

Asomado al Mediterráneo en Fira, uno de los pueblecitos blancos y azules de Santorini, en las Cícladas griegas, el curso cruel no existía. Simplemente, había desaparecido. Con sus ERES, traiciones, trincheras, malos rollos y cotilleos de confidenciales. Desde que regresé del Kilimanjaro las semanas habían sido asfixiantes. El trabajo no es fácil. Menos cuando ves desfilar a tus compañeros rumbo a la cola del paro y cuando se pone en entredicho el futuro de tu profesión.
Pero estábamos en Santorini.
Nunca me había planteado hacer un crucero. La razón es sencilla: las hordas. Pero este año no tenía ganas de ponerme a diseñar un viaje complicado. Así que alguien dijo en casa que por qué no un crucero. En realidad, el mar no es un obstáculo, como algunos piensan, sino una autopista de agua que ocupa las tres cuartas partes del planeta. Las hordas iban a estar ahí, pero también Venecia, Bari, Corfú, Santorini, Mykonos, Atenas, Olimpia y Dubrovnik. Un concentrado de ancestral cultura, de venerables piedras, de arte e historia, de olivos, de mitos. Para evitar molestias había que seguir un protocolo. Madrugábamos y desembarcábamos lo antes posible para evitar el calor y los embotellamientos. Regresábamos al barco antes que el pelotón. Comíamos y compaginábamos siesta con el Tour de Francia (las retransmisiones de la RAI hacen palidecer a los plastas de Carlos de Andrés y Perico Delgado, a quien Dios no llamó por el camino de la elocuencia). Después, mientras las niñas chapoteaban en la piscina y su madre leía en una tumbona, un servidor hacía una hora de gimnasio. Cuando las hordas multiculti se retiraban, a eso de las 7 de la tarde, era el momento de darse un baño. Cogimos el segundo (y más civilizado) turno de cena, a las 21:30. Antes, show en el teatro del barco, un rascacielos flotante donde conviven 3.000 + 1.000 almas (las mil últimas cuidan a las tres mil primeras), y paseíto por cubierta. Cada noche había que asistir al restaurante según instrucciones (casual o de gala). Mi uniforme de gala consistía en sustituir la camiseta por una camisa, pero la peña iba entre hortera y gay cool.
Tetáceos por un tubo.
Pero, insisto, estábamos en Santorini, frente al mar antiguo. Veo probable volver allí algún día para ver atardecer en una terraza colgada del acantilado, en buena compañía y con una cerveza helada, viendo zarpar a los cruceros e imaginando a Ulises navegando aquellas aguas, de regreso a Ítaca, sorteando marrones mientras yo me entretengo en el alivio de mis trabajos, sin prisas, saboreando cada aceituna, cada trago de cerveza, cada segundo.

domingo, 2 de agosto de 2009

AHORA VUELVO

Que me piro de vacaciones.
Lo he dejado todo ordenadito y bien. Como no tengo perro no tengo que buscarle acomodo, así que me voy de vacaciones sin mirar atrás. Hay quien se lleva el móvil y está pendiente de si pasa algo para intervenir de inmediato y entiendo que si el chiringuito es propio y no depende de nadie más que de tu esfuerzo, le dediques toda la atención posible, pero aún así hay que desconectar. Mi caso no es ese. Ni el curro es mío ni lo voy a heredar, otros deciden y yo sólo obedezco o hago que obedezco así que llegado agosto logro una desconexión tal que si me preguntan a qué me dedico tardo un par de segundos en contestar.
Mis anunciadas vacaciones escandinavas empiezan mañana y me temo que estaré desconectado durante mucho tiempo, así que por favor, cuidad del blog en mi ausencia y que no se active de nuevo la autodestrucción.
Si tenéis un rato os podéis pasar por mi casa a regarme las plantas y vaciar el buzón. Para que el viaje merezca la pena, ya que venís, he dejado algo de ropa para planchar y una lavadora preparada. El programa 3 a 30º es el más corto, pero aún así, mientras esperáis para tender le dáis un repasito a la casa. La mopa, el polvo y el aspirador. Nada más.
Dejo también la lista de la compra en la mesa de la cocina y sería bueno que estuviera todo en la nevera para que cuando llegue.

Y si cuela... cuela.

Lo dicho. No tardo nada.

LOS NUEVOS VÁNDALOS (CRÓNICAS PÚNICAS II)

Desde niño siento una atracción considerable por la Historia, que quizás me viene de repasar los grabados y las fotografías de las enciclopedias, e imaginar cada momento de aquellos hechos que más me conmovían en primera persona, como si me hubieran transportado a cada época y reviviera lo más heroico de aquellos acontecimientos. Aquella época de romanticismo se fue por el retrete porque la Historia (con mayúsculas), concebida como el conjunto de acontecimientos basados en el lenguaje escrito, no existe. Y no existe porque sólo existen las historias conservadas en los textos que nuestros antepasados conservaron selectivamente unos, destruyeron otros y manipularon los más.



-Los fenicios fundaron Cartago, fueron derrotados por Roma en el transcurso de las tres Guerras Púnicas y luego los Vándalos arrasaron con todo.- dice Navil, nuestro guía por el museo de El Bardo, en Túnez. -Estos mosaicos datan del siglo III d.C., y se han conservado hasta nosotros.- Navil, Alí y Sami son algunos de tantos guías profesionales que salen de la nueva Universidad de Túnez creada por el presidente Bourguiba y potenciada por el actual Ben Ali. En ella, los futuros guías estudian las nociones de Geografía, Historia e idiomas que les proporcionarán durante años a ellos y a sus familias el sustento gracias a las enormes cantidades de turistas venidos de Europa que llegan y llegarán a esta tierra de mestizaje. Según la versión oficial, la culpa de que medio país esté en ruinas es de los temidos Vándalos.



La ciudad de Cartago que se alzaba en el corazón de la África romana en el siglo V d.C. era una copia de peor calidad que la esplendorosa Cartago púnica que vio nacer a Anibal. En tiempos de dicho conquistador llegó a albergar a 400.000 almas y contaba con un régimen de gobierno más sofisticado y eficaz que cualquier ciudad romana. Los romanos sabían conquistar, destruir y arrasar a cualquier nación por medio de sus legiones de soldados profesionales. Pero también sabían eliminar de la Historia lo que a ellos les interesaba: durante siglosse ocuparon de borrar de los escritos a la cultura cartaginesa. Del siglo II a.C. en adelante se instauró la Pax Romana. Y así fue como, a principios del siglo V d.C. unos simples bárbaros -extranjeros a los ojos de Roma- llamados Vándalos al mando de Giserico recorrieron la distancia que les separaba de la actual Hungría, pasando por Helvecia, Galia, Hispania, y llegaron a Cartago. En ese momento, el Imperio Romano se desmoronaba entre Oriente y Occidente, y tenía que prestar atención a Atila y los hunos, por lo que pudo desentenderse en parte de la caída de la Cartago romana.

La introducción de los Vándalos en el norte de África no fue salvaje ni destructiva como fuera en su día la destrucción del imperio cartaginés por Roma. Tuvo un carácter de fusión con la cultura existente. Los Vándalos eran de origen germánico -procedían de la actual Polonia- y llevaban en el nombre su propio destino: vándalo significa "vagabundo", aunque para nosotros tenga un significado destructivo gracias a la propaganda romana primero y luego a historiadores del siglo XIX que identificaron el saqueo con el pueblo de Giserico. Se habían intentado establecer en numerosas regiones del imperio romano, abrazando la fe cristiana por el camino. Su rectitud y civilización eran evidentes. Tan solo cometieron un error para la posteridad: eran cristianos arrianos, en contraposición con la ortodoxia católica de la Roma Occidental que estaba establecida en el norte de África. Esa confrontación fue lo que, a la larga les costó ser lo que son a los ojos de los "libros de historias": unos destructores, asesinos y violadores consumados. El resto de la historieta es bien conocida: la Historia la escriben los vencedores, y de las cenizas de Roma nacieron los estados católicos que se fortalecieron en la Edad Media.

Regreso al siglo XX. Tumbado bajo la sombrilla de la piscina oigo las voces de los nuevos vándalos. Las polacas y los polacos han vuelto a Cartago, pero esta vez no vienen a quedarse. Sólo persiguen llevarse el sol de Túnez consigo. Y se lo llevan grabado en la piel.